Un lugar tan rico en cultura, naturaleza y paisajes como Chiapas no pone fácil la tarea de abarcar todos los lugares que hay que visitar en un solo viaje, pero al mismo tiempo es sencillo darte opciones de acuerdo al tipo de aventura que tengas en mente. Porque tal vez tengas ganas de caminar por Pueblos Mágicos, sumergirte en la naturaleza, descansar en fincas cafetaleras o disfrutar en la playa.

Así que para ello, te dejamos esta guía:

  • Toda aventura tiene un inicio.

Muchos de los viajes a Chiapas comienzan con la llegada al Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, en Tuxtla Gutiérrez.

Este es un gran punto de partida para conocer el Parque de la Marimba, La Catedral de San Marcos (en abril se lleva a cabo su fiesta patronal), el Jardín Botánico Faustino Miranda y el Zoológico Miguel Álvarez del Toro.

Una vez que el apetito se haga presente con la caminata, te recomendamos dirigirte a Copoya, una delegación de Tuxtla Gutiérrez, para degustar gastronomía auténtica y tradicional zoque. 

Además, en su mirador a 840 msnm donde se alza el majestuoso Cristo de Copoya, podrás apreciar la vista panorámica de la capital y sus alrededores.

Otro atractivo de Copoya son sus coloridos murales por las calles y el Museo Zoque, donde podrás adentrarte a la historia y actualidad de esta etnia.

En tu viaje por Chiapas, querrás visitar algo o varios de sus cuatro Pueblos Mágicos, de los que te platicaremos un poquito más a continuación:

  • Pueblos Mágicos.

1. Chiapa de Corzo

Después de darte una vuelta por Tuxtla, tienes que dirigirte a Chiapa de Corzo, una de las poblaciones más antiguas del continente americano, fundada en 1528. Es posible que lo primero que quieras hacer es visitar al colosal Cañón del Sumidero. Sin embargo te darás cuenta que caminarás despacio para admirar sus calles, colores y vida.

Una vez que estés en el área del Cañón, puedes ir primero a sus miradores para una vista desde las alturas del Río Grijalva y posteriormente embarcarte en un viaje alrededor de dos horas por sus aguas, con los relatos más interesantes de lo acontecido en distintos puntos de interés, leyendas, fauna, flora, formaciones rocosas y espectáculos naturales como la caída de agua llamada el “Árbol de Navidad”.

Una vez de regreso al embarcadero, continúa tu recorrido entre música, alegría, artesanías, souvenirs y opciones frescas como nieves y bebidas como el agua de chía y el pozol, perfectas para el clima cálido del lugar.

En la plaza central, podrás descansar un momento y tomarte fotos con la arquitectura estilo mudéjar como marco perfecto para tus memorias en el lugar.

A solo unos pasos del lugar encuentras la Casa Museo de la Marimba de la Familia Nandayapa, donde además de conocer la historia de este instrumento, disfrutarás de un concierto íntimo con el río de fondo.

Estando en este Pueblo Mágico, es inevitable hablar de la comida, por la tradición que hay alrededor de su gastronomía, con amplia variedad y gran relevancia en sus festividades.

 

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Así que esperamos que la caminata haya abierto tu apetito para que no te pierdas del delicioso sabor de la pepita con tasajo (conocida como “La Comida Grande”), la sopa de chipilín con bolitas, cochito horneado, tamales de bola, por solo mencionar alguos.

Bueno, una vez satisfecho el estómago y el corazón, seguimos nuestro viaje a San Cristóbal de las Casas, o como quien le conoce, le dice con cariño ‘SanCris’.

 

2. San Cristóbal de las Casas

La atmósfera en SanCris desde la llegada se siente mágica, por su clima fresco, coloridas fachadas y la arquitectura que envuelve las calles y le adorna con un toque Romántico. 

Es un gran lugar para hacer check in, dejar las maletas, abrigarse y salir a caminar.

La vida en sus andadores está llena de música, arte y opciones divertidas para relajarse y disfrutar de ver a la gente pasar. Sus calles son un abanico multicultural, que vale la pena recorrer a pie.

Si quieres una vista panorámica de la ciudad, camina hasta el último escalón de la Iglesia de Guadalupe, eso sí, siempre con zapatos y ropa cómoda, son 79 escalones que te conducen a una altura de 2120 metros.

 

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Ahora que si quieres una vista que te quite el aliento, entonces anímate a subir los escalones de la Iglesia de San Cristobalito, una iglesia sencilla en su arquitectura pero que conlleva un reto subir a ella, con la recompensa de una vista memorable a la ciudad.

Antes de que caiga la noche puedes ir a conocer el Parque Ecoturístico Rancho Nuevo, un espacio natural situado a sólo 15 km de San Cristóbal.

Aquí puedes adentrarte de manera cómoda a las grutas, hacer senderismo suave, correr entre los árboles, hacer picnic, paseos a caballo, tirolesa y por supuesto comer rico.

(Te recomendamos las quesadillas de chorizo).

 

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Ya con la noche encima, recorre la vida bohemia de sus andadores, disfrutando de café, pox (bebida tradicional del estado) o vino, entre música y buenas vibras.

Al día siguiente puedes darte una vuelta por las Cascadas el Chiflón, una de las cascadas más impresionantes por su altura, con una caída de 120 metros. Para llegar hay que hacer un recorrido a pie que requerirá de zapatos cómodos, pero el camino está marcado y tiene varios puntos para descanso.

El Río San Vicente da origen a una serie de cascadas que reciben los nombres de: El Suspiro, Ala de Ángel y Velo de Novia, esta ultima la más impresionante por su caída de 70 mts. de altura. Estas caídas de agua forman albercas naturales de aguas de intenso color azul, enmarcadas con una vasta vegetación que forma una cortina arbórea y paisajes que se destacan por sus cañaverales y palmares.

 

Y estando en este punto, es una gran idea tomar camino a Comitán, pasar la noche ahí y preparse para conocer las Lagunas o Lagos de Montebello.

 

3. Comitán de Domínguez. 

Inicia tempranito tu jornada viajera en este Pueblo Mágico, que está a 2 horas de SanCris y a 45 minutos del El Chiflón. Desayuna en la Central de Abastos unas quesadillas con café de olla o tamales de chipilín con atole de granillo. Ambas quedan perfectas con el agradable clima fresco.

Ya con las pilas repuestas, empieza la caminata por las coloridas calles y fachadas de este pueblo, con paradas obligadas en recintos como el Templo de Santo Domingo y la Iglesia de San Caralampio, conoce la historia que cuentan sus múltiples museos como el de Arqueología y la Casa Museo de Belisario Domínguez.

El siguiente paso ponerse en dirección a las Lagunas o Lagos de Montebello.

Uno de los sitios naturales más hermosos del país, por el color de sus aguas, enmarcadas en pinares y bosques mixtos con bromelias y las orquídeas.

Los lagos son “úvalas”, es decir, antiguos cenotes que se han ido uniendo a través del tiempo. Su número es incierto, aunque se dice que son 59 los lagos. De los cuales los más destacados en el turismo son:

  1. Lago Tziscao.

Este el lago más grande y profundo del Parque Nacional de Montebello, en la frontera con Guatemala. Se pueden observar los obeliscos que siguen y delimitan la frontera, además de la cuerda que cuelga sobre el lago siguiendo la línea.

En el mirador hay varios puestos donde se come delicioso y a buen precio. Se ofrece hospedaje en cabañas frente al lago, donde al despertar no podrás resistir tomar un café y disfrutar de la vista.

  1. Lago Pojoj

Con un pago de alrededor de 100 pesos por persona, un guía del Parque te dará un paseo inolvidable en balsa a la Isla Orquídeas, al centro de la laguna, donde verás ejemplares florales e incluso en este punto podrás entrar a sus espectaculares aguas.

 

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  1. Lago Montebello

Aquí puedes terminar el día con fotos que le darán el toque azul que necesita tu galería y aprovechar para comprar tablitas de chocolate y platanitos con cajeta.

  1. Cinco Lagos

Una vista tan bonita en un ambiente relajante, con un horizonte armónico entre cielo, montañas y agua.

Al igual que en el Lago Pojoj, es posible tomar un paseo en lancha, además de que podrás pasar la noche en las cabañas del lugar.

 

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Ya de regreso en Comitán, la mejor forma de terminar el paseo es darse un momento para disfrutar de la gastronomía comiteca, como el pan compuesto y la bebida de tipo digestivo hecha con maguey, llamada comiteco y ahora sí, provechito.

Palenque.

Otra opción saliendo de SanCris e infaltable destino chiapaneco es Palenque. (No tiene que ser todo en el mismo viaje, claro)

Este Pueblo Mágico es un paraíso para amantes de la historia y la naturaleza. En su corazón se encuentra el sitio arqueológico de Palenque, envuelto por selva, cascadas, el canto de las aves y el aullido de los monos.

Su clima es tropical, cálido, húmedo y lluvioso; con temperatura media de 27º C y picos de 36º C.

Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es considerado uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo.

Tienes que conocer el Templo de las Inscripciones donde se descubrió la tumba del gobernador Pakal.

 

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Después de una visita a la Zona Arqueológica, te vendrá bien probar algo con sabor autóctono, como los tamales chiapanecos, el pato en chirmol, el pescado sudado o el salpicón de venado. Para beber se sugiere probar el tascalate, el pozol o el agua de chía; y  como postre, prueba los dulces elaborados a base de miel.

Ya en Palenque puedes hacer una vista a las Cascadas de Misol Há y Agua Azul. Y si quieres un poco más de historia puedes aprovechar para conocer la ciudad antigua de Toniná, ¡para escalar una pirámide de más de 75 metros!

Si te quedas más días en este Pueblo Mágico, puedes conocer sitios como el Ecoparque Aluxes, Bonampak, Cascada Roberto Barrios, Lagunas de Catazajá y Yaxchilán.

Si llegas por Tapachula

Entonces tu itinerario seguro empezará diferente. Tapachula cuenta con lugares idóneos para los turistas que buscan disfrutar de una playa tranquila en compañía de la familia, encontrándose con servicios de hoteles, restaurantes, renta de palapas y albercas, en cómodas instalaciones que permiten disfrutar de un buen descanso.

También tendrás cerca fincas cafetaleras, donde la relajación natural y el olor a café se apropian del día a día e incluso estarás de camino a las las playas chiapanecas, que aunque no sea el primer destino que te viene a la mente cuando se habla de litorales mexicanos, son muy cercanas a la vida tranquila natural.

Como ejemplos de estas playas está:

Barra Boca del Cielo

Se trata de un espacio natural entre el Océano Pacífico y un estero.

Boca del Cielo es una playa despejada con cabañas para alojarse, poner una hamaca y disfrutar de la brisa.

Si quieres recorrer el lugar, puedes hacerlo en lancha, en especial los manglares. También puedes practicar natación, buceo, esquí acuático y capturar las bellezas naturales en fotos.

Puerto Arista

Puerto Arista está más retirado de Tapachula (2 h 30 min), pero es la favorita de locales y foráneos. Es muy amplia, con 32 km de arena fina enmarcada por palmeras, manglares y lagunas.

El oleaje es fuerte, ideal para practicar surf. Además, puedes realizar paseos a caballo, tours en lancha y buceo.

Otro punto a destacar  es la gastronomía local hecha con ingredientes frescos del mar.

 

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